Este doble asesinato causó un gran revuelo en la Guayana Francesa (manifestaciones), pero también en toda la comunidad científica internacional debido a la proximidad de la estación experimental del CNRS de Nouragues situada no muy lejos. La explotación forestal sigue siendo modesta en la Guayana Francesa. Esta estación aislada en medio del bosque, que acoge a investigadores de todo el mundo, está ahora vigilada por guardias contratados por el CNRS.