Los lémures cuentan con un sentido del olfato muy desarrollado, un rasgo compartido con la mayor parte de los demás mamíferos y primates primitivos, pero no con los primates superiores, que se orientan principalmente con la vista. Un error bastante común es la creencia de que los lémures tienen colas prensiles; sin embargo, esta es una característica que entre los primates solo se da en los monos del Nuevo Mundo, y, más concretamente, en los atélidos.