Esta fue la primera edición en la que se asignaron dorsales y Cantona eligió el «7» que mantendría hasta el final de su carrera, algo que junto con su solapa del cuello levantada le convertiría en uno de los jugadores más icónicos de la nueva Premier League. En las votaciones al Balón de Oro 1993 quedó en tercera posición con 34 puntos, chandal del psg solo por detrás del ganador Roberto Baggio y de Dennis Bergkamp.